Saturday, September 30, 2006

Tres razones para pensar y/o andar cabreados...

Antención: Este post debería estar colocado en el de desnudita, pero debido a que ella ya ha posteado dos por su cuenta, le daré una semana para que la gente la lea y meta sus comentarios. Luego lo subiré.

Ecuador la semana pasada (o antepasada, dependiendo qué blog estén leyendo...) fue sacudida por tres noticias que no sólo han dejado una tremenda consternación en la gente, sino que gran parte del pueblo está cabreado por las guevadas ocurridas.

Guevada #1: Pascual del Cioppo y su sexofobia.
Del Cioppo, como buen representante de la extrema derecha, del kikuyismo, del curuchupismo y la élite opus dei (montón de pelamazos a mi parecer), ha dictaminado que todo lo que tenga que ver con placer sexual, tirar, culiar, echarse un polvo con la pareja de turno, las mamaditas y el siempre famoso onanismo, es decir la paja o la manuela, SON DESDE AHORA SATÁNICAS, DIABOLICAS, CORRUPTORAS DE LA MENTE JUVENIL, TABÚES SOCIALES NUEVAMENTE IMPUESTOS Y MOTIVO DE PASAR 10 DÍAS DE RODILLAS SOBRE TACHUELAS REZANDO A LA SANTISIMA IGLESIA CADA VEZ QUE UNO TENGA ESAS TENTACIONES DE LA CARNE.

Parece que Del Cioppo, cuando era chiquito, cada vez que quería correrse un pajazo cuando andaba queso, o veía alguna foto de hembra en pepas o simplemente amanecía cañón, sus padres, tutores, su confesor o lo que chucha sea ponían el grito en el cielo, lo colgaban de las patas y le echaban cera derretida en "las partes del diablo" para quitarle los placeres infernales, seguidos de 100 latigazos para "respetar al Señor", amén de 50000 rosarios seguidos para "expiar las tentaciones de la carne..."

Cosa que el pobre Pascualito, formó la idea retorcida en su mente que todo lo correspondiente a lo que uno tiene en medio de las piernas, era maquiavélico, satánico, infernal y causa de la perdición eterna. Ja-ja, como diría Nelson.
Lo que cabrea es que, con su "moral" establecida a latigazos, Del Cioppo ha decidido declarale la guerra abierta al placer sexual, instigando primero a que se anule toda cátedra de educación sexual y que se castigue penalmente la paja. Ya pues, las cárceles estarán llenas de pelados de 10 a 14 sin contar con la bola de frikis que tienen fantasías sexuales con Rei Ayanami.

Guevada #2: La ansiada libertad de los delincuentes.

El Tribunal constitucional, hondamente preocupado de los derechos humanos, la dignidad, el bienestar y la felicidad de los violadores de niños, los narcotraficantes, los asesinos por pica, los arranchadores, los reguettoneros y demás "angelitos", ha tomado la sabia y magnánima desición de ANULAR LA PRISIÓN EN FIRME. Yo no sé mucho de leyes ni guevadas, pero a pesar que el viejo Velasco se la quiso sacar diciendo que esa anulada no tiene efecto retroactivo, ya veremos saliendo de la Peni, del García Moreno, del Rodeo y demás cárceles, hordas y hordas de ladrones, matones, pandilleros, reguetoneros, adoradores de Abdalá, violadores, pedófilos y terroristas completamente dispuestos a convertir nuestra vida en un puto infierno.

Un aplauso, señores, a los sapientes vocales del T.C. por su atinada y considerada desición. Asimismo, queremos hacer presente a los susodichos señores que por sus acciones pasadas se les otorga la presea "EL MOJÓN DE ORO" por cagarnos tan eficazmente la vida. De igual manera, sepan señores del T.C. que ustedes, y sólo ustedes serán los responsables cuando mi madre sea apuñalada, mi padre abaleado, mi hermana o hija violada por cinco reguetoneros, mi hijo o sobrino de 5 años para abajo morboseado y violado por un viejo de 40 y yo asesinado para arrebatarme mis zapatos viejos.
Por tan acertada decisión, expresamos nuestro más ferviente deseo que ustedes SE VAYAN A LA CASA DE LA VERGA, y que de ahí NUNCA salgan.

Guevada #3: La ingratitud hacia Spencer.

Insisto: No me interesa el fútbol, ni el clásico, ni demás ñoñas, pero hay que reconocer que lo que hizo el negro Spencer lo hace merecedor al título de "Leyenda viviente" del fútbol ecuatoriano. Y ahora, que el hombre tiene el wacho abollado (una miocardiopatía restrictiva, si piensan que no sé el término correcto), desea curarse y todo eso, los miembros de la Ecuafútbol, comenzando por Luchito Chiriboga, han alzado su voz de apoyo, enviado fervientes deseos de recuperación del ex-crack... y ya está. Con palabras al viento NADIE SE SANA, partida de bocones huesos.

Cuando es de traer a algún aprincesado extranjero a tal o cual equipillo, el dinero fluye como meada de borracho. Pero a la hora de ayudar a alguien, los eternos blablabla, blebleble, opiniones a la prensa, musiquitas melancólicas, archivos de los golazos del crack, Y NI UNA HIJA DE PUTA ACCIÓN, NI UN HIJO DE PUTA BILLO PARA APOYAR AL VIEJO SPENCER. ¡¡¿¿QUÉ CHUCHA LES PASA INSENSIBLES HIJOS DE PUTA DE LA ECUAFÚTBOL??!! ¿Es que van a esperar a que se muera Spencer de una vez para gastarse una millonada en su homenaje póstumo, que la Chiriboga llore a grito pelado y proponga declarar el día de Alberto Spencer? ¿No tienen respeto hacia sus mayores, hijos de la gran carishina?

En fin, toda esta caterva de desgraciados han dado tres motivos para pensar, o pasar amargados. Yo prefiero lo primero. Ustedes?

VALLENATO HIJO DE REMIL PUTAS.

Tuesday, September 26, 2006

VIAJE A ARGENTINA DIRECTOR`S CUT. PART ONE

Capítulos inéditos de mi viaje a Argentina.

No lo había contado todo en el blog mientras estaba de patacaliente por el continente.
La razón principal era para no asustar a mis progenitores, que tanto se preocupan por mí. Pero ya ha pasado suficiente tiempo así que sin más preámbulos va la trilogía de capítulos inéditos del viaje a Argentina.

PARTE UNO: LA CAGADA EN TACNA.

Cuando había llegado a Tacna, todo iba de rechupete.
Apenas me apeé del bus, y fui a averiguar cómo se haría para cruzar la frontera con Chile. Tras un par de averiguaciones, logré conocer que el dato se lo hacía en un carro particular y que la cuestión me iba a salir por unos diez soles. Tres dólares para ser exactos, y el viaje iba a durar eso de una hora.

En el terminal se veían varios carros, de esos tipo Ford y otras marcas espaciosas, pero BASTANTE roñosos. Me voy aproximando a uno mientras trato de sacar el menos decrépito, no se vaya a averiar en plena carretera. Se me acerca el dueño y me dice que por diez soles me cruzaba la frontera y me ayudaba con lo que fuera. Bueno, vamos, le digo. Que me espere a que se llene el carro. Calculé cifras y si salía a cinco personas por viaje, daba 50 soles por cruzada. Y cinco más al regresar, eran cien solecillos para un viaje. Con que se lance 5 viajes completos el pana se hacía la plata. ¿Y no podía invertir unos cuantos para componer el carro?

Luego que un grupo de gringos se adentra y hacen el trato, nos fuimos hacia la frontera. En el viaje, les iba explicando a los gringos que era mi primera vez fuera del país, que estaba celebrando el fin de mis estudios, que blablabla. Y al peruano, que había recorrido todo el Perú a llanta, que me había gustado, que si no iba a haber problema en los trámites, que blablabla. Hasta le mostraba mi pasaporte y el peruano decía que todo bien.

Llegamos entonces al control fronterizo.
Situado en medio de la desértica llanura, era un lugar ideal para controles, puesto que había sólo kilómetros de tierra seca a la redonda, sin chance a correr o a esconderse en caso que algún traficante saliera. Uno tras otro hicimos fila en la ventanilla de imigración. Tras eso, se debía pasar a pie, cruzar la línea fronteriza y realizar el mismo papeleo, ya en territorio chileno.

Llega mi turno. El oficial me saluda y me pide mis papeles. Yo saco mi pasaporte, mi cédula y la tarjetita de migración andina y sonriente se los muestro al oficial. El oficial frunce el ceño.
- ¿Los sellos, señor?
- ¿Cuáles sellos? - respondo, sin dejar de sonreír.
- Los sellos de salida de su país y de entrada al Perú, señor.
- Ahí tiene la tarjeta de immigrante andino...(mi sonrisa había empezado a desvanecerse...)
- No señor! Usted cuando sale de su país hace sellar su pasaporte de salida y al entrar al Perú lo sella de entrada. ¿Dónde están los sellos?

Oh no...

Ahora, para explicar esta cagada, apretemos RW hasta el momento en que iba rumbo a Túmbez desde Machala... Eran aproximadamente las nueve y media de la noche, y el bus iba relativamente vacío. Llegábamos a Huaquillas cuando yo me aproximo al chofer y le digo:
- Señor, yo voy a viajar fuera del país, ¿me indica la oficina de migración, por favor?
- ¿Va a Perú? ¡No se preocupe, pase nomás que nadie le hará problema!
....
....
(Back to present)

¡¡CHOFER HIJO DE LA CELEMBÍSIMA PUTAAAAA!!!

Un terror helado se apoderó de mí, mientras el oficial me miraba de arriba a abajo y lanzaba su sentencia inmisericorde: "SEÑOR, USTED ESTÁ DE ILEGAL EN ESTE PAÍS. QUEDA DETENIDO. SERÁ PUESTO A ÓRDENES DE LA POLICÍA INTERNACIONAL E INMEDIATAMENTE DEPORTADO"...

Las rodillas me temblaban, mi corazón se salía del pecho, por primera vez sentí lo que era el sudor frío, se me dificultaba respirar. Incluso, al voltear, vi que el méndigo pasante ya se la había sacado elegantemente con los gringos muy cagado de risa...
Estaba solo, sin amigos, sin familia, sin NADIE, frente a un ceñudo y posiblemente ecuatorianófobo militar peruano que anunciaba mi arresto por el delito de ingresar a Perú sin mis respectivos papeles.

Balbuceando, más que hablando, le hice saber al oficial que era mi primera vez saliendo del país, que lo hacía por celebrar el término de mis estudios, que era un médico recién graduado...¡eso, que era un médico recién graduado! El oficial medio divertido al ver mi cara paniqueada me pregunta cómo se cura el Lupus... Yo con todo el puto nervio encima no sabía ni cuántas extremidades tenía el cuerpo humano. Al fin logro balbucear todo lo que sabía del lupus.
El oficial me observa, llama un par de veces y me vuelve a ver. Entonces el muy hijo de puta empieza a decirme la que me esperaba en las cárceles peruanas, que si sabían que era "ecuacho", sería deportado en ataúd. Yo no daba más de miedo. Quería salir corriendo, pero por el peso de mi mochila y mi falta de resistencia, no avanzaría ni mil metros, aparte de darles una excusa para que practiquen tiro al blanco conmigo. Entonces me decidí jugarme el todo por el todo. Le dije al oficial que por favor, que no me metieran en cana por un mísero error, que nunca me había pasado antes, que podría colaborar con alguna ayudita...

Había dicho las palabras mágicas.

El tipo me hace pasar a un cuarto pequeño y cierra la puerta. Empieza entonces a interrogarme una y otra vez si cargo drogas, si pertenezco a algún cartel, si consumo coca, si participo en narcotráfico, en trata de blancas, en terrorismo internacional, si soy simpatizante de la extrema izquierda (ni a patadas con esos hijos de puta). Yo respondo, no, no, NO, NO. Aquí está mi maleta. Regístrenla. Mi ropa, todo! Si cargo un gramo de lo que sea, pues al bote. Yo sabía lo que era.
Luego de quince minutos de interrogadas, el peruano parece medio convencido. Agarra mi pasaporte, y me dice que necesita aplicar un par de sellos que consten mi salida legal de Perú. Y si me hacían relajo en Chile, ya no era problema del tipo. Pero no me iba a salir gratichi. Ya resignado al hecho, saco aproximadamente unos 30 dólares, o sea más de noventa soles y se los extiendo al oficial. Y el conchudo encima que por esa plata no hace nada. ¡Tá bueno, hijo de puta! Saco 20 yanquis más y le digo que más no tengo. Eran más de ciento cincuenta soles. El hombre agarra el dinero y me dice que espere. Son otros veinte minutos en que miles de suposiciones me cruzan. ¿Y si el maldito se me hace el gil y manda igual a la poli? ¿Y si viene otro a pedirme más dinero? ¿Y si paso pero me joden en Chile? Finalmente, se me entrega el pasaporte con el sellito de salida junto a la tarjeta de migrante, sellada asimismo.

Tras agradecerle profusamente (cómo andaba de nervioso y asustado, cuando lo que debí hacer era mandarlo a la verga al gallinazo peruano, me peló bien el malparido), eché a andar hasta la ventanilla Chilena. Con las rodillas temblando extendí mi pasaporte. Al detenerse la oficial (y los chilenos no se andan con guevadas, es blanco o negro, con ellos sí me jodía) cuando revisaba mi sello en el pasaporte, me volví a aterrorizar. Si se avivaba y me rechazaba el ingreso, bye bye Tofu.

Antes que me diera cuenta, da dos golpes de sello. Al pasaporte y a la tarjeta.
- Tiene treinta día de estancia legal en Chile, caballero...
- Ya..ya.. ya está? ¿Eso es todo, señorita?
- Sí, caballero, recoja su equipaje, y siga, por favor...
(¡¡YAAATTAAAAAAAAAA!!!)

Apenas llegué a Arica, lo primero que hice fue tomar algo dulce para recoger el susto, hacer uso por primera vez de la tarjeta de mi viejo para sacar más billo pues había quedado chiro (que te aprovechen mis cincuenta yankis, perucho mamador...) y correr a un cyber a actualizar mis aventuras, obviamente salvando el asuntito de hacía poco.

De todos modos, tuve suerte. Si me hubiera salido un "honesto" o si anduviera chiro, tal vez seguiría picando piedras en algún lugar del desierto de Nazca...

Friday, September 22, 2006

El asco de la BURROCRACIA...

Antes de darme cuenta, había pasado casi un mes entero desde la última vez que posteé algo.

La razón principal es que había decidido pasar en Guayaquil, para terminar de una vez de obtener de vuelta los papeles en mi Universidad. Otra razón era que andaba con el "síndrome de Septiembre", contagiado de un pana que decía que este mes siempre era el peor del año. Y la mayor parte de este tiempo he estado con un mal humor cojudo, como andar con el hígado del otro lado sin motivo alguno, mezclado con una latosa melancolía que impedía armar las jodas con mis panas como era debido. Que me perdonen los D.M. por la falta de jodas.

Igual, mis días eran un ir y venir de la U. Había dejado mis papeles en recepción solicitando notas de primero a sexto, certificados de buena conducta, actas de grado, mi carpeta en general y todo eso.

Si todo eso se hubiera resuelto en una semana, no problema. Hasta quince días podía esperar sin problemas.
Pero... los PUTOS trámites llevaban desde JUNIO y nada de nada. Era algo increíble ver cómo estas secretarias del ORTO se daban la lija de abrir ventanillas UNA HIJA DE PUTA HORA DIARIA. Y a veces ni a eso llegaba. Cosa que la cola era kilométrica en la mayoría. Y con estas viejas pedorras todo era un judo mental. Me dolían las mandíbulas de las sonrisas forzadas y de emplear un tono de voz educado y tierno, cuando un "¡¡por qué no te largas de tu maldito puesto y dejas a alguien que lo haga bien, viejuja hija de la celembísima puta, concha de lija, ciruela pasa con lentes, un tiro debería darte por miserable, vieja pelaverga!!" pugnaba como loco por salir cada vez que esas "damas" en tono seco y despectivo me postergaban una y otra vez con los resultados... claro, porque de emplear esa muy bien merecida respuesta, las viejas simplemente agarrarían todos mis papeles y lo usarían para relleno de año viejo. Así de simple.

Me había enterado que unas chicas habían denunciado ante un canal, Ecuarisa creo que era, que por culpa de estas viejas, no podían conseguir trabajo porque TRES AÑOS habían demorado en darles los papeles.

Y el peor de todos los corajes lo fui a pasar con el viejo bodeguero, el que administraba todo el gran baúl de documentos estudiantiles. El diálogo a continuación imagínenlo hablado cortés y delicadamente de mi parte, y con una voz cascada, grosera y cínica de parte del vetuco pelamazo...

- Buenos días, la señorita secretaria me ha solicitado que le entregue esta solicitud para que me devuelva mis documentos, por favor... (en espera desde Junio, claro).
- Mire señor: La secretaria NO ES mi jefa. Yo aquí soy el jefe. Ellas y yo somos iguales. Así que no me venga con cosas de venir de parte de fulana o zutana. Yo aquí soy el que mando...
(Ya, viejo chucha tu madre. Perdóname por no mamarte tu verga aguada...)
- Eh... bien, disculpe, entonces. Este es mi solicitud, si fuera tan amable de darme mis papeles que llevo tiempo esperando...
- Déme.
(Le entrego el papelito perforando con la mirada al carcamal que no levanta la vista)
- T, T, T... sí aquí está. ¿Tercer curso? Usted cuándo se matriculó?
- Me matriculé en tercer curso en Mayo del 1999.
- Señor, le estoy preguntando que EN QUÉ AÑO se matriculó en PRIMER CURSO.
(Sigue así, vetuco mascapieza, sigue así, y voy a empapelar esta oficina con tu pellejo...)
- Matriculado en primer año en mayo de 1993.
- Ya. ¿Eso no podía decirme? Cuarenta centavos.
(Cuarenta patadas es lo que tendría que darte...)
- Lunes nueve y media. Si no están sus papeles, NO ES CULPA.
- Gra...gracias.
Mis prioridades en ese momento eran partirle la cara a alguien, alguien que me cayera mal, algún cojudo para bailarle flamenco encima. Termino puñeteando un poste. Auch...
Lunes nueve y media. En punto, viejo hijo de puta.
- Buenos días. ¿Ya tiene mi carpeta?
- No hay nada señor...
(Empecé a verlo todo negro...¡¡MIS DOCUMENTOOOOSSSS!!)
- Pero..pero no puede ser... si yo.. si yo...
- A ver, deje ver... un momento, ¿Universidad de Manta? Hizo un pase de Universidad?
- S-sí. Fue en el año 1999. Fue por eso que...
- ¡Ahí está pues! ¿Por qué no me dijo que vino con pase?
(¡¡ESTABA ESCRITA EN LA HIJA DE PUTA SOLICITUD, VIEJO SENIL MOTHERFUCKER!!)
- Su..supongo que fue un error mío. Disculpe mi error. Vine con pase de universidad en 1999 y...
- Entonces tiene que ir a decanato. Ahí se dan las carpetas con pase. Tome sus 40 centavos.
(Más que sea tuvo la decencia de darme los cuarenta céntimos el carcamal maldito ése)
- Iré para allá. Gracias y disculpe la molestia.

Dos hijos de puta meses para que me deriven a otro departamento sin más ni más. Afortunadamente, por el otro lado me dieron los papeles con rapidez. Uffff...
El caso es que la conclusión está tácita. Salta a la vista.
¿Cuántas veces por día se tendrán que vivir situaciones como ésta?
Burrocracia del orto...

VALLENATO HIJO DE REMIL PUTAS.