¿SE PARECEN O NO??

La siempre rosada autora de las respuestas más controversiales (por no decir disímiles) a muchos blogs, no encuentra parecido entre ella y la versión anime que le puse (recuerden Bloggers versión otaku parte 1) la cual es la volada y tierna Osaka de Azumanga Daioh.
Y de paso me ha retado a sacar un post en que les demuestre a ustedes, lectoras y lectores, que no me equivoco.
Entonces será su opinión la que cuente al final.

Rueda tape!!



PS: Aparición especial de la versión anime de El Apestado .
...Y qué cancioncita para pegajosa...

Fisiológico

...se me hizo tarde.
Todo ese delicioso y grasiento amasijo de carnes, frituras y dulces, amalgamados con whisky usado como bajativo, me sentaría como un lingote en las tripas. Coctel y cena social. Mi estómago lo vería como una sobrecarga de trabajo a deshoras, y si pudiera sublevarse, lo haría gustoso. Que el cardias se cerrase a cal y canto impidiendo el paso de los alimentos y las bebidas para ser lentamente disueltos en el poderoso ácido clorhídrico cuya acidez aún no logra menguar el mucoso revestimiento del estómago.
Salido de guardia, salido de esa cena, y condenando a mi estómago a una larga jornada nocturna. Casi puedo oír sus puteadas furibundas.
Mis parlanchines colegas, mostrando encías y dientes sarrosos para ocultar envidias y rencores, robaron montones de mi tiempo. Y me doy cuenta del robo al salir a la calle. La última Ecovía pasó hace rato.
Afortunadamente, del salón a mi casa son unas 10 o 12 cuadras. No tengo mucho para un taxi, ni las ganas, ni hay cajeros cerca. La caminata me ha de sentar bien.
En sólo diez cuadras mi corazón ha incrementado su bombeo, mientras que mis respiraciones son más profundas ahora. Me lo he dicho miles de veces pero nunca lo cumplo. Debo hacer más ejercicio. Bajar esta guata. En fin, ya estoy cerca de casa. Una buena ducha, un buen vaso de agua y
"Un dólar, tío"
Ese timbre es receptado por mis oídos. Mi organo de Corti y sus conexiones procesan la información y localizan el origen de ese sonido pastoso. A mi izquierda.

"Ya, varón, apóyame. Dame un dólar"
Ahí, acurrucado en la oscuridad, e irguiéndose lentamente aparece un muchachón. Costeño de apariencia. Hacia mi nariz fluye un vaho insultante. El pendejo no se habrá bañado en semanas. Exhalo un suspiro, más para evacuar ese tufo de mis narices. Giro hacia atrás y adelante la mano. Lo ha de entender. Creo. A pesar de la situación, me siento extrañamente calmado. Hasta que veo las facciones del muchacho endurecerse. Y el brillo de un cuchillo saliendo de su pantalón.
"Más claro chuchatumadre, bájate con todo"
De mi hipotálamo explota un chorro de adrenalina que provoca un apagón en la fábrica estomacal, haciéndome sentir esos langostinos al ajillo como tuercas de llanta. Mis pupilas se abren volviendo cegador el brillo del poste. Y del cuchillo del delincuente. Ahora sí, tengo miedo. Miedo a que ese hijo de puta me haga daño, miedo a que me mate. No tengo idea qué hacer, mientras que toda la humedad de mi boca migra hacia la piel de mi frente, perlándola de gotas heladas. El tipo siente mi miedo. Lo huele. Y se aprovecha de éste.
"Bájate chucha o te corto", berrea mientras me introduce la punta del cuchillo en una fosa nasal. Es increíble el silencio imperante. No oigo otras voces, ni autos, ni nada. Como si él y yo fueramos los únicos habitantes de la ciudad. Mis manos no logran encontrar el bolsillo justo, se enredan en las costuras, tropiezan, aflojan la billetera que cae en el suelo. Y el pillo lo toma como insulto.
Masculla un mamaverga y retira con violencia el cuchillo de mi cara.
Dolor. El dolor quemante en mi nariz. Me ha cortado un ala nasal. El dolor lacera mi mente. Y aumenta mi flujo de adrenalina, junto con otros neurotransmisores. El aire contenido en mis pulmones es exhalado violentamente por mis contraídas cuerdas vocales. El miedo es triturado por una feroz ira, que me baña y envuelve. Veo la mano empuñando el cuchillo dirigirse a mi vientre y aferro la muñeca sintiendo claramente el pulso taquicárdico. Mis nudillos ya se han estrellado contra la boca sacando de sus alvéolos algunas piezas dentales. Un chillido gorgoteante. Agarro esa cabeza insultante y la dirijo con toda la fuerza que soy capaz al poste. El chasquido seco me hace notar que he quebrado huesos craneales, y que una conmoción encefálica acompañado de una hemorragia intracraneal no se hará esperar. Un ojo pende de su órbita, como una uva olvidada en el canasto. Blanquecina y coronada de negro. Ese rostro antes furibundo ahora tiene una expresión casi dulce, la boca entreabierta, el ojo bueno manso... Toda tensión ha desaparecido de esos músculos. Ahora yacen laxos, sin estimulos sinápticos. Formatée ese disco duro.
Aún sin tomar plena conciencia de lo que he hecho, me detengo a mirar el nuevo cadáver. Mi billetera yace en el suelo. Me dirijo a recogerla cuando un estallido en mi espalda y nuca me tira al suelo. Gimo al sentir hundirse un palo entre mis omóplatos. Sólo logro ver unos zapatos rotos cubriendo unas delgadas piernas cubiertas por una bermuda. Los mismos zapatos rebotan una y otra vez en mi estómago, muy cerca de mi plexo solar, amenazando con hacerme vomitar. El compinche del muerto toma viada e incrusta su pie hasta donde puede en mi pecho. El impacto me deja sin aire y hace crujir mi caja torácica. Si me rompe las costillas, formaría un neumotórax y hablamos.
Por suerte mi furia no me abandona aún. Atenazo esa extremidad magra y la acerco hacia mi boca. Un chillido sube de intensidad conforme mis dientes disminuyen la distancia y la carne entre ellos, hasta finalmente chocar. Un rojo y salado sabor me llena el paladar, mezclado con tierra y mugre. Asqueroso y delicioso a la vez. Me incorporo y agarro ese tubo de metal que tenía el maldito con su bocado aún en mi boca. El tipo está apoyado en una pared cercana, con su pierna herida extendida y pulsando su zumo. Implora piedad ahora. No señor. Me abalanzo contra él con los pies por delante y me convierto en un obús de carne contra su propio tórax. En el último segundo logra cruzar sus brazos pero es inútil. En ese escaso medio segundo, puedo sentir que las diáfisis cubitales y radiales pierden continuidad, sentido y balance y se pulverizan junto a algunas costilas bajo mis 105 kilos a toda velocidad. Me parece divertida la cara que pone, una metamorfosis de sorpresa a un rictus de rabia que enmascara un dolor que nunca habrá sentido antes. Me muestra sus dientes cuya blancura se encharca en un carmesí baboso. Pongo todo mi empeño y mi peso en aplastar con el tubo los cartílagos traqueales del fulano.
El tipo tiene que estar sufriendo, a juzgar por los paroxismos y las contorsiones que realiza con las manos aferrando su garganta. No dura mucho. La hipoxemia y la acidosis irá matando en 4 minutos o menos todas sus neuronas hasta reducirlo a una masa de carne temblorosa.
Señor, me he echado encima dos muertos. Mi adrenalina empieza a menguar, mi respiración se va normalizando, mi pulso se enlentece y mi costado se fragmenta de súbito por un cañonazo.
Esta vez no hay dolor. Estupefacción es lo que tengo. Mi adrenalina vuelve a dispararse, pero ahora para prolongar mi vida. Estertores. Los suelto lentamente mientras giro mi cabeza y veo un último asaltante aferrando una cartuchera humeante. Una humedad viscosa chorrea por mi traje y mi pantalón. Mi sangre. Mezclada de grumos amarillentos. Comida. En digestión. Me perforó los intestinos. El maldito. Me va a dar peritonitis química. El hijo de puta. Me hirió de muerte.
ME HERISTE DE MUERTE, MALDITO HIJO DE PUTA

La boca abierta, en alarido silente y mis manos engarfiadas vuelan hacia el bastardo con las fuerzas que liberó ese último torrente de neuroquímico. Mis pensamientos no alcanzan mi cerebro, sólo actúo en base a instinto.
Los pulgares penetran las cámaras anteriores y posteriores de los globos oculares. Aplastan los cristalinos contra las retinas. Sentiría en otras condiciones curiosidad por lo que el campo visual de este hijo de puta registraría. Pero eso no me interesa. Agarro esa cartuchera y voy hundiendo su cañón una y otra vez en ese rostro negroide, remodelando la estructura facial, reventando los senos paranasales llenándolos de sangre y mucosidad, destrozando las piezas dentales a sectores escogidos al azar, desgarrando la lengua que chasquea como látigo haciendo bailar gotas rojas y fragmentos rosados. No me detengo. No me detengo. Aún no. Sólo el ácido láctico segredado por mis músculos actúa de freno para mi rítmica masacre. Quedo sentado sobre el sin cara, esperando débilmente que el peso de mi tórax haga algo de hemostasia sobre mis tripas expuestas en mi traje, mientras resplandores azules y rojos con una nana cacófona y ruidosa me arrullan tiernamente en mi descenso al coma por hipovolemia y acidosis metabólica.

Bloggers versión Otaku (parte 2)

Bien lo refirió una de las que me comentaron cuando hice la primera parte. Que aún había tela por cortar.
Y en vista que he conocido nuevos bloggers y muy interesantes además, vuelvo a atreverme a sacar sus versiones manga o anime o incluso comic. Y aparte, una actualización... (Ya no hay juego de adivinanzas esta vez)

1. ALICE IN OZ (ACTUALIZADO)

Ahora sí, llore quien llore, igualito.

2. PITONIZZA

... como dijiste que tienes cuerpo de modelo...

3. DI

Y bueno, conduces muy bien, pero nunca te he visto usar pistola.

4. LILLAH GALACTICA

..cantas como los dioses, mujer.

5. URSUS ANDINUS

Prometo ir al Blogs&Beef, hermano...

Y bueno, nuestro amable anfitrión:

Light side


..Dark side...

Les quedo debiendo: Dorian Gray, Viveli, el Apestado, entre otros...

Hablemos de videojuegos. ATELIER IRIS.

Año nuevo, post nuevo.
Ya muchos sabrán que uno de mis grandes vicios es el videojuego. Hoy quiero compartir con ustedes una saga no tan conocida como Final Fantasy o Dragon Quest, pero que tanto su compañia creadora (GUST y NIS America) como los juegos en sí, dan mucho que hablar.
Atelier Iris es una trilogía de juegos de estilo RPG o Role Playing Game, cuya principal caracteristica es la de sus gráficos ser en 2D, es decir casi nada de rendering o SGI (aunque haya en los paisajes y todo eso) pero dibujados con un esmero tremendo.
Aumque la trama de los tres A.I. sean bastante diferentes (no hay continuidad entre uno y otro título) tienen algo en común. Un personaje llamado Iris, que da nombre a la saga. Ya iré profundizando conforme avance el texto.
ATELIER IRIS: ETERNAL MANA

Pedazo de juego, nada que hacer.
Eternal Mana habla de la historia de Klein, un joven investigador de un arte perdido hace mucho tiempo, la ALQUIMIA, el cual es el poder de transmutar cosas en otras usando el poder de varios espíritus elementales (fuego, agua, aire, roca, madera, etc). Junto a él viaja Lita, una joven guerrera con un pasado intrincado relacionado intimamente con la legendaria diosa de la alquimia IRIS.

La de arriba a la izquierda, por si acaso.
Lo que pegó de este juego primero que nada, el estupendo opening animado full anime (la canción se llama White Night Imagination), el OST fresco y animoso a veces, y rotundo y solemne en otras, los gráficos en 2D pero muy detallados, abundando en primeros planos de los personajes.
Aparte de eso, si el "shungo" del juego se basaba en la alquimia, pues tenías que practicarla. A diferencia del RPG típico, en A.I. la mayor parte de tus items, armas, comida, bebida y sortilegios los debes sintetizar. Mediante un sistema de cartas y elementos, podías crear desde un agua de vieja hasta la mejor arma del juego. Así de simple. Aparte, el hecho de que casi todo el escenario puede ser transformado en Mana (energía elemental) te evitaba tener que hincharte las bolas buscando el goblin reguetonero que sólo sale en la caverna Culo de Diablo una de 100 veces y que de 100 encuentros te soltaba el item "amanzamelopilla" para forjar con 10 de esos la mejor arma (Ay, pink tail...los que jugaron FF4 lograrán entender el chiste).
Otra cosa que te atrapaba eran ciertos personajes cuya relación contigo podías trabajarla conforme pasase el juego. Un claro ejemplo es una hosca pero guapa tendera que tiene un negocio de magia. Si haces bien las cosas, su expresión cara de palo (estilo cierto Dark Master) cambiaba a leve sonrisa, amplia sonrisa hasta llegar al sonrojo (ya se chorrea por ti).
Una cosa de la que deberían aprender MUCHOS programadores de videojuegos es que los de GUST se dan la lija de lanzar el juego con todas las canciones presentes. Y que aparte, puedes cambiar las voces de los personajes a inglés o japonés según prefieras. En otras palabras, Ikkimasu / Here I come! ya queda a gusto de cada quien.
La dificultad, yo la pondría en fácil incluyendo todo los que debes sintetizar y el final extra. De cualquier modo, fue un muy buen juego que lo volvería a jugar sin pensarlo mucho. Lo doblé en unas 50 horas, creo.

ATELIER IRIS 2: THE AZOTH OF DESTINY.


Definitivamente, el mejor de la saga.
Comenzando con el opening (Eternal Story) ya te engancha de una. Se mantienen los gráficos 3/4 pero la música mejora ostensiblemente (Decisive battle in the blue sky es una de ellas) lo mismo que la trama.
Felt, un aprendiz de espadachín, un día observa horrorizado cómo el cielo sobre su ciudad natal, Eden, se resquebraja. Acepta la misión de viajar al mundo paralelo de Belkhyde para averiguar el porqué de esta amenaza, quedando a cargo del envío de items y cuidados de Eden su amiga de la crianza Viese, aprendiz de alquimista. Mientras Felt viaja por el mundo en compañia de una poderosa espada viviente llamada Azoth, Viese conoce a una pequeña niña con sorprendente talento para la alquimia llamada Iris.

Aparte de mantenerse la mayor parte de caracteristicas del anterior, en A.I.2 se añade la capacidad de cambiar de mundo (Eden / Belkhyde) de acuerdo a las necesidades del jugador. La síntesis de items está a cargo principalmente de Viese, dejando a Felt las batallas y las búsquedas.
Dentro de las batallas ahora está dos tipos de ataque, el directo y el "empuje". Sobre el campo de acción hay una barra que simboliza los turnos y una parte indica el modo aturdimiento. Si entra correctamente un ataque "empuje" el enemigo quedará aturdido con lo que nos dará ventaja crucial en la batalla.

En fin, yo me pasé unas 60 horas con el juego. Aunque creo que no tiene final alterno, el que tiene es lo bastante memorable para decir que valió la pena jugarlo. Dificultad entre media y fácil. Muy adictivo.

La familia feliz...

ATELIER IRIS 3. GRAND PHANTASM.

Iris en su mejor forma (en todos los sentidos)...
Con ambos A.I. bien jugados y pasados, yo al ver el 3 me dije, aquí está la epifanía. Lamentablemente, me equivoqué.
No es que sea un mal juego, pero carece de muchos de los elementos que le daban ese encanto a los anteriores capitulos. El opening es aceptable pero no tarareante (el puto nombre es casi impronunciable...Schwarzweiss. Kiri no mukou ni tsunagaru sekai).
En la trama, se narra la historia de dos muchachos que se criaron juntos. Ambos pertenecen a un grupo de guerreros llamados "Raiders" que buscan tesoros o hacen labores de ayuda (estilo la Cruz Roja). Edge (vaya nombre más original) es un espadachín especialista en no demostrar ningún sentimiento. Y su compañera, una joven alquimista alegre y optimista llamada... adivinen. Desde tiempos inmemoriales existe un libro sagrado que contiene todos los conocimientos. El Gran Escalario. Quien lo posea podrá cumplir cualquier ambición.

Insisto, Iris en su mejor forma... lástima que el juego no le haga justicia.
Aquí la característica del juego es que mientras se va desarrollando la trama, iremos cumpliendo diversas misiones (búsqueda, cacería o ayuda) en los mundos alternos conectados al pueblo principal en forma de portales.
Lamentablemente, como dije antes, el juego tiene muchos factores en contra. La música ya no tiene esos temas tan hermosos y solemnes de los anteriores. Sólo hay tres personajes que pueden cambiarle características. La síntesis bajó mucho en complejidad y los espíritus y el mana son prácticamente mencionados. La trama, francamente, es sosa. Y es cansador meterse una y otra vez al mismo mundo para buscar esta u otra cosa. Ya no hay peleas al azar. Ahora ves unos gargajos con ojos que su color indica su nivel. Rojo, pelea tuca. Blanco, nivelado. Azul, papaya. Y puedes matarlos de un sablazo para que no jodan.
Entre las opciones de batalla nuevas está el modo BURST, que cuando se entra en él, el daño aumenta drásticamente. Es de hecho, la clave para matar rápido a un enemigo cagado o un jefe.

¡Pero Iris, esa carita de apatía!
- Es que esta parte está bien churria (Y Edge es un apretado)...
Yo pasé este juego en unas 50 horas. Pero a disgusto. Hay final alterno, porque el normal es bien triste. Pero no quise sacarlo.
Algo que por lo menos se esmeraron para dorarnos la pildorita es la abundancia de peladas RICOTAS. Ejemplo, la misma Iris, las dos hermanitas de las cuales una es caracter nuestro y la otra es villana (y con el cerebro en las tetas...) y como cereza del pastel, Eve, la tabernera. Así fuera en real, negocio redondo.

- Edge, te he dicho MIL veces que me mires a los ojos cuando te hablo.
- Culpa tuya con ese paisaje que muestras...
En fin, no es un mal juego, pero carece del encanto de las dos partes anteriores. Una verdadera lástima. Espero que si se atreven a sacar una cuarta parte, corrijan sus errores. Sé que hay también un Atelier Iris para Nintendo DS, pero habrá que ver...
Bueno, hasta la otra.
Próximo análisis, de Gust también, AR TONELICO.