45 kilos de risa, frenteados, sobados, dados vuelta, retorcidos y metidos a la fuerza en mis oídos. Resonando duro y feo en mis manos y en mis pies.
El suelo está hirviendo, clarito veo las burbujas desprenderse del cemento formando bolichas grises que empiezan a arremolinarse formando un tornado chiquito que va a estrellarse contra este pana que se mueve más lento que caracol con reuma, pero ni lo daña ni lo tumba. Lo penetra y se convierte en parte suya.
- ¿cÓmO tE vAAs sIInnnNNNN...?
Le interrumpe mi boca que se abre y empieza a vomitar tremenda C en Times New Roman encadenada a una A en arial, dos eles en comic sans y la ultima a duplicada. Las letras se estampan contra la pared formando horrendo grafiti.
Arrechos los colores, esos colores reptantes y sinuosos que van tomando forma de hombre que empieza a moverse izquierda, derecha, izquierda, derecha, torreja parece meneando así el culo, pero se lo ve cague risa. Aunque no sé por qué los dedos de sus manos y pies se empiezan a hilar y a entretejer y colorearse de café hasta que se convierte en el hombre porro. Y canta a los alaridos melodías que no había nunca oído antes mientras un sol chiquito rebota de mano a pie y pie a mano dándole una encendida a cada extremidad. El man va respirando profundo, profundo y las líneas de las quemaduras aumentan y consumen, el hombre con cada nota suelta serpientes blancas humosas que cada una de las bocas de la pared va succionando como un tallarín.
Está foco el asunto, pienso a 1000 por minuto, el vaso caído y quebrado sube de nuevo, se arma otra vez, enterito queda. Vaso hijueputa, de mí no te ríes, lo vuelvo a tirar, se vuelve a romper, se vuelve a regresar y a armar. Ah muy sabido conchetumadre? Lo agarro duro y lo lanzo directo una de las bocas para que también se lo coma y lo elimine. Y la muy maricona la vuelve a escupir como si nada, sólo que esta vez el vaso al caer se convierte en líquido gris y se incorpora al piso, dejando ondas que desaparecen de una. Ahí tienes. Bien hecho.
La ventanota me muestra un caleidoscopio bien anárquico, me marea sólo con verlo. Mareado no quiero sentirme y meto mi mano a la espiral arcoiris y la voy destripando de verde, la sangro de azul, la dreno de amarillo, la hago vomitar su rojo y escupir su violeta. Pero estos colores batracios en vez de estarse quietos como deberían les salen alas y me empiezan a revolotear como si me hubiera metido en cueva de murciélagos. Manazo va y viene, alcanzo a uno, estalla y cae al suelo, pero vuelve a volar. Manazo a otro, y a otro pero siguen jodiendo. Me armo con el escudo gris que le arranqué al suelo y los hago retroceder. A inflar las bolsas a otro lado. Ahí se quedan, chillando por siempre jamás en su cárcel de roble que les enseñará la disciplina que sus padres peludos no supieron ponerles.
Ahorita recién me doy cuenta que descanso en la mano gigantesca de quién chucha sabe. Dedotes, grandotes, rosadotes. Que quieren cerrarse sobre mi hombro y quizá hacerme tonteras. Dos dos vueltas y pego un salto de aquí a la conchinchina viendo rayas brillantes en fondo oscuro, me voy al fin del mundo, al fin del universo. Aterrizo y sólo veo cinco montañas grandotas y largas. Bacán, llegué al verdadero borde del universo. Me arranco dos pelos, los hago pincel y escribo un gran anuncio “
AQUÍ ESTUVO EL GRAN SABIO IGUAL AL CIELO” y lo sello con mi marca real. Pero las montañas se mueven, se doblan y me hacen dar cuenta que nunca me moví de la palma, que sólo seguía viendo los dedos de la mano que vuelta se doblan se engarfian y se cierran sobre mi hombro. No, no, no, no quiero, no me lleves, no.
Me empieza a mover la existencia de atrás para adelante, se va sacudiendo las paredes, los colores callan y se paran, se me va distorsionando la fantasía, con cada sacudida se rompe un pedazo de mi pantalla. No hay vuelta atrás, aspiro y grito que vuelva que vuelva y nada vuelve, todo torna, todo muta. Cielos en tierra y tierras en cielo. Aire en pared y pared en aire. Parpadeo y lo que era no es, es un puto desastre, vasos rotos, un cuadro desgarrado, mis puños con cortadas que no duelen aún y cinco pares de ojos desorbitados sobre mí.
- Oe loco, horrendo viaje que te pegaste.
- La plena te digo, me hace daño esa movida.
4 comments:
Primera! que honor!!
Al final no gano ninguno, pero la verdad y con el corazon roto debo decir Argentina merecio perder...
Muy bueno el post sobre los malos... siempre pense que Gargamel era una especie de cura diabolico
Besos desde el sur
Muakk
JAjaja Sensei... de verdad que fue horrendo el viaje... jajaja por algo no conozco aun, algo que espero que nunca me haga faltaaa.....
Se cuida ;)
GRAN VIAJE....
Q se pegó pa volar de esa forma???
Me encanta tu forma de describir las cosas esimado Tofu!!!
pase bien Sr. Dr. .... es un honor conocerte y ser tu pana
Esos vuelos son peligrosos la proxima lleve un paracaidas porsia
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