Cuando ella se elevó a los cielos, todo estaba sumido en un pétreo silencio. Lamentó la ausencia de sonidos, aún de ruidos, pues ellos, en su rudeza, guardaban vibraciones, experiencias, fragmentos de lo ocurrido. Una agobiante tristeza embargó su ser, al alejarse más y más de ese planeta donde lo insustancial, lo no palpable, había sido expulsado en nombre de lo evidente y tangible. Ese lugar que algún tiempo atrás había considerado hogar. Pero con la tristeza y las lágrimas, se iba formando un deseo. El deseo de formar. El deseo de crear.
Aspiró intensamente la materia oscura de la que estaba rodeada. Dentro de ella, ese acúmulo de negrura empezó a vibrar, a latir, a conjugarse con el cuerpo flotante en el espacio, hasta que fue de un golpe expelida por su garganta. Empezó a cantar.
Al principio, la nota leve y cándida sólo pudieron ser captadas por sus oídos. Pero conforme soltaba nuevas notas, conforme aspiraba más materia oscura y la exhalaba convertida en vibrante canto, los pulsos de su melodía se abrían paso entre ese espeso silencio, perturbándolo pero al mismo tiempo armonizándolo. Polvo estelar, brillante como destellos de gemas, se fue arremolinando alrededor de ella. Seguía al polvo estelar, fragmentos de hielo cósmico, errantes por el infinito que al percibir las vibraciones de tan bella melodía desviaron su monótono divagar y danzaron con alegría frenética derramando haces de luz robados de las estrellas cercanas. Entre el luminoso espiral cuyo centro era la hermosa cantante, más y más cuerpos celestiales se sumaban a la danza circulante, elevando entre ellos mismos sus propias voces y complementando la sublime sinfonía creativa. Estrellas rugientes entonaban sus himnos barítonos. Soles chispeantes quemaban sus voces de contra bajos, quasares titilantes aportaban sus tenores, planetas y lunas hacían resonar sus sopranas letanías hasta que las notas se solidificaron y se conformó un gigantesco soporte espiral. Todos ellos, estrellas, planetas, vientos cósmicos, pulsares y quasares, cantaban al unísono de los compases de aquella mujer única y formaron una pulsante fuente de luz, música y vida.
Una nueva galaxia. Ella cesó de cantar. Lo que buscaba había sido encontrado. Estaba satisfecha. Era su nuevo hogar. Este post está dedicado a una bella cantante, con quien me reencontré ayer.
Que me encuentro de turno, me he pegado un chocolatito caliente con un pan y queso, y mientras me dura el alegrón hasta que me venga el sueño de vuelta, les voy a hablar de un anime de esos que sin mucha lámpara se meten en el corazón de uno. Y al mismo estilo de Azumanga Daioh, es sano y cague de risa. Lucky Star (Raki Suta, pronunciado en nihon-go).
El opening de la serie. Tremendamente adictivo. Al igual que Azumanga Daioh, Lucky Star trata de la vida de cuatro jovencitas en sus tres años de bachillerato. Sin violencia, situaciones violentas, ambientes depresivos o implicaciones sexuales (salvo una que otra muy ligera). Lo que caracteriza a este anime, son las continuas referencias y chistes relacionados con diversos animes, sobre todo a uno hecho por los mismos creadores: Suzumiya Haruhi no Yuutsu. Personajes: IZUMI KONATA Konata no es precisamente el prototipo de la protagonista de un anime. Es patuchísima (142 cm), con un cuerpo de pena (más magra que un yogurt desgrasado), una virtuosa en pasar materias raspando (sólo estudia la noche entera antes de un examen y vive gorroneando deberes) y una otaku declarada. Pues bien, ésta y otras características otorgan a Kona-chan su enorme carisma. Más viciosa que yo, puede pasarse sin pena dos días seguidos jugando en su PS2 o en su RPG on line, así tenga que pagar chuchaqui seco luego. Tiene una colección gigantesca de manga y doujinshi (versiones semi-legales) como para apenar a más de uno. Además es bastante notable en atletismo (sólo que no practica en serio para no perderse sus animes favoritos) y demuestra gran inteligencia y pensamiento estratégico en lo que le gusta (aunque no lo hace en cosas verdaderamente importantes). Es muy apegada a sus amigas (sobre todo con Kagami) así se estén pinchando mutuamente con comentaritos venenosos. De ella saldrán la mayoría de referencias a diversos manga y anime editados. Está consciente de su falta de curvas y estatura, pero ese hecho le resbala, es más, disfruta de su estado diciendo que "las tetitas diminutas también tienen su público". Casi nunca se cabrea, máximo se pone trompuda con alguna gozada de Kagamin, pero como buena viciosa, que le toquen los datos de sus videojuegos y arde Troya. Le encanta el chocolate, siendo su almuerzo típico una enorme cornucopia rellena de chocolate que acompaña con un botellín de leche. Para pagarse sus gustos, trabaja en un bar Cosplay (para los que no sepan, Cosplay es disfrazarse de tal o cual personaje de anime o cómic) ejerciendo los papeles que interpreta a la perfección. "...date tres yankish para el aaaanimesh, varónsh..."
HIRAGII KAGAMI A primera vista, uno piensa que Kagami (Kagamin para las amigas) es una chica de armas tomar, muy seria y que si la miras mal te va a encajar un buen bofetón. Sí y no. Junto con Kona-chan, Kagami es un personaje sumamente querible, por su personalidad y su apariencia. Es la mejor amiga de Konata, la adora en verdad, así le haga sacar canas verdes por sus comentarios ácidos de vez en cuando. Ella también suele contraatacarla a veces, para gozarle su falta de responsabilidad. La relación entre ambas puede dar a pensar a más de uno que ahí se amasan tortitas de manteca. Kagami es la mayor de las mellizas Hiragii, la mejor alumna y la más responsable. Ha sido electa presidenta de su clase en varias ocasiones por su decisión y firmeza. Es una excelente alumna, logrado gracias a su disciplina y metodicidad. Si hay algo que no le parece, lo corta sin problema. Pero bajo esa sólida y filosa apariencia se oculta un muy femenino y delicado carácter, que ansía conocer una relación de amor (en otras palabras, se muere por levantarse algún mancito). También disfruta con los videojuegos y ciertos animes, salvo que mientras Konata se echa sus RPGs y shooters ella gusta de los deportes y juegos tipo trivia, además de leer muchas fotonovelas y escuchar DORAMA-CD (algo así como radionovelas hechas por las seiryuu o dobladoras de algún anime). Atiende el templo shintoísta de su familia vestida de miko, pero eso no la detiene a cantar villancicos en alguna iglesia cristiana cercana (muestra que los japoneses son muy eclécticos en su religión). Konata suele describir a Kagamin como una "tsundere" que significa alguien que tiene apariencia de duro o de curtido pero es muy tierno en el fondo. A pesar de tener una bonita figura, ella vive obsesionada con su peso, deprimiéndola profundamente el haber ganado un par de kilos luego de las festividades o algo así. Y así arma relajo por dos kilos extra... HIRAGII TSUKASA Es la hermana melliza (no es gemela, dado que ambas nacieron de óvulos diferentes... más claro lean embriología!)de la conflictiva Kagami. Son muy apegadas aunque la diferencia entre ellas es muy evidente. Mientras que Kagami tiene cabello largo y sus ojos son rasgados, Tsukasa usa cabello corto, cintillo con moño y sus ojos son como caídos. Y mucho menos acuerpada que su hermana. También es bastante vaguita y dormilona, teniendo como hora fija de despertarse cuando no hay escuela, mediodía. Sus malas notas las compensa en su destreza para cocinar y en la materia economía de hogar (entrenamiento para esposas). Es de comportamiento infantil e inocentón, aunque anhela volverse alguien tan competente como su hermana. Adora los peluches pues guarda una gran colección en su cuarto. Cuando le compran un celular, se vuelve inmediatamente viciosa sobre todo al mensajear. Como personaje da siempre un toque de dulzura y ternura en las situaciones que protagoniza.Es bastante asustadiza, hecho del cual se aprovecha Konata. ¡Púchica, me quedé sin saldo! TAKARA MIYUKI La mejor acuerpada del grupo, y la más alta. Miyuki (Yuki-chan) procede de una acaudalada familia pero le averguenza reconocer que es cachorra. De tanto leer de noche jodió sus ojos al punto de no poder casi ver sin sus gruesas gafas. Tiene, como ya puse, un cuerpazo de ésos, pero le averguenza que se lo hagan notar. Siempre parece tener una respuesta para todo, lo que le da un aire de cerebrito y sabelotodo. También es un derroche de virtudes y feminidad, pero le da verguenza no poder cocinar bien. Una de sus mayores fobias es ir al dentista, pero para su mala suerte su dentadura no es de las mejores al parecer, siempre cariándose. Es hija única y es la mimada de su mami... y el blanco de ciertas cagadas por parte de ésta. Konata la tiene como una chica muy MOE, que viene a tener un significado de "adorablemente torpe". Ella misma reconoce esos pequeños y adorables defectos en su personalidad, aunque le dé verguenza... ¡No, no, Lunes Sexy no! Luego del episodio 12, donde son protagonizados casi exclusivamente por las cuatro chicas, empiezan a aparecer otros personajes que son:
KOBAYAKAWA YUTAKA Yuu-chan es la prima de Konata, de ahí que teniendo 16 años parezca una niña de doce. Tiene una salud de hierro... oxidado, pues las gripes, las anemias y los desmayos forman parte de su currículum. Obviamente que su peor materia es educación física, donde destaca sobre todo por su torpeza y su enorme debilidad. Aparece tras mudarse a casa de Konata por consejo de su hermana mayor, Yui (ver más abajo). Es la más diminuta de toda la serie, siendo más patucha que la propia Konata. Forma una inmensa amistad con Minami-chan.
IWASAKI MINAMI Es vecina de al frente en el lujoso barrio de Miyuki (léase, también pelucona) y posee un gran mastín bien entrenado. Es bastante alta y sobresale por tener siempre una expresión de seria melancolía, sonriendo muy, pero MUY esporádicamente. A diferencia radical de Kona-chan, Minami está RECONTRA acomplejada por su pecho de chifle cervecero. Es usual verla dándose palmaditas donde debería estar sus senos, tan planchada está. Está dispuesta a usar cualquier método para lograr que crezcan sus atróficos "encantos" así sean tan ridículos como hacérselos sobar de su mejor amiga (¿qué nunca ha oído hablar de la silicona?)Es muy buena alumna y gran atleta, amén de ser bien llevada. ...(sigh)sin tetas no hay Lucky Star... MINEGISHI AYANO Un personaje, francamente, de relleno. Ella, junto a Misao, son compañeras de clase de Kagami, quien las ve como versiones de Konata y Tsukasa "light". Ayano es de carácter dulce y calmado, aunque Misao jura que cuando se cabrea es mejor que todos huyan.
KUSAKABE MISAO Ejemplo clásico de la chica colmilluda, es decir, hiperactiva, pizpireta, alegre y medio tonta. Misao es tan especialista como Konata para no estudiar y pedir prestado los deberes, aparte de tener la peculiaridad de que al jugar un videojuego le hace barras a su oponente para que gane. Otro personaje de relleno.
TAMURA HIYORI Una de las chicas con apariencia más normal. Hiyori es casi tan otaku como Konata, pero ha refinado enormemente su talento para dibujar y crear manga. Eso sí, tiene una enorme pasión por el estilo Yaoi y Yuri (en buen romance, mecolandia y tortillerismo). Y dos de sus mayores musas para sus yaoi son sus propias amigas Minami y Yuutaka. Así le acometa el remordimiento luego por dibujar a sus amigas en poses muy comprometedoras.
PATRICIA MARTIN Esta gringuita rival de cuerpo de Miyuki, llegó de su natal Yoni para conocer los principales aspectos de la cultura japonesa. O mejor dicho, de la cultura otaku japonesa. Rivaliza con Konata en pasión otaku y gusto por el cosplay. Se conocieron y se hicieron amigas al trabajar también en el bar cosplay donde camella Kona-chan. Patty-chan es la mentalizadora de la coreografía del capítulo final, aunque al final la que dirigió el asunto fue Kagamin en persona. Muy alegre y chispeante.
Otros personajes: IZUMI SOUJIRO El papá de Konata. Un otaku y lolicon (de esos que se mueren por peladas de 14 para abajo...) de temer, es responsable en gran parte de los gustos de su alocada hija. Pese a todo y su viudez, ha criado a Kona-chan muy aceptablemente. Trabaja como escritor. Adora a su hija por sobre todas las cosas, por su gran parecido a su madre.
IZUMI KANATA La difunta madre de Konata. Aparece en sólo un episodio, donde su espíritu acude a visitar a su marido y su hija para ver cómo iban las cosas (y luego se horroriza al ver que su hija salió tan o más degenerada que el padre). Es uno de los mejores capítulos, por su gran ternura. Es exactamente igual a su hija, salvando el lunar de Kona-chan. Y sus gustos... Al parecer falleció por complicaciones del embarazo (pelvis estrecha, en mi opinión).
KUROI NANAKO Es la teacher y tutora de las chicas, menos Kagami. Como profesora es bastante discordante pero por lo menos los obliga a hacer su tarea. Lamentablemente su vida personal es bastante patética, prefiriendo dedicarse a jugar un RPG on line (es camarada de Kona-chan en el mismo juego) o simplemente irse de chupa, para luego lamentarse que a sus 27 años aún no consiga ni perro que le ladre. Como conductora es pésima. Muy amiga de repartir coscorrones cuando sus alumnos no se portan bien (Konata es testigo).
KOBAYAKAWA (NARUMI) YUI Es la hermana mayor de Yuu. Luego de casarse y empezar a trabajar de chapa, supuestamente tendría la vida ideal. Lastimosamente su machucho como es empresario se la pasa 26 de 30 días del mes viajando dejando el cuerito en casa. Y ella para compensar su falta de hombre, suele visitar a Konata tras camellar para jugar algo o leerse un manga. Pierde toda su dulzura al ponerse tras el volante, convirtiéndose en una verdadera fiera capaz de darle clases al propio protagonista de Initial-D (la parodia de esa serie fue un cague de risa). Qué Comisión de Tránsito ni qué la v... TAKARA OBAASAN La mamita de Miyuki. De tal palo, tal astilla. Dulce, bonita, amable y cagona. Igual que la hija, pero con pelo corto y sin lentes.
ANIME TENCHOU (MEITO ANISAWA) Este personaje es todo un suceso. Es la megaintensidad hecha hombre, esforzándose al infinito para dar un buen servicio a su cliente. Reconoce a Kona-chan como la legendaria chica-A, quien según cuentan, dará prosperidad a toda tienda donde ella compre algo. Pone sobrehumanos intentos (con los efectos especiales de rigor) en lograr que su clientita le compre más que sea un llavero. Desgraciadamente siempre queda con un palmo de narices.
LUCKY CHANNEL El Lucky Channel es una yapa dentro de cada episodio, dirigido por Akira y Minoru quienes darán referencias de los personajes o contestarán dudas de los fans (o por lo menos ésa era la intención del segmento).
KOGAMI AKIRA ¡Oha - luckyyy! Cute, cute, cute. Akira es una idol jovencita, llena de vitalidad, alegría y energía que locuta el lucky channel de una forma muy chispeante... hasta que se le acaban las ganas o se cabrea y saca a relucir su verdadero rostro. Una primadonna mangaja malhablada y con modales de busetero. Le encanta descargar sus frustraciones y berrinches sobre su sufrido acólito y aprendiz, el de más abajo. "Acaba rápido con tu guevada que ya me cabrié, ve..." SHIRAISHI MINORU "¡Shiraishi, no SHIROishi!" (Para los que sepan japonés) Este pana le tocó el yugo de colaborar en la locución del lucky channel junto con Kogami. Pone sincero esfuerzo en hacer bien las cosas pero cada proyecto que hace Akira se lo refriega en la cara brutalmente. Pero todo tiene un límite y la paciencia de Minoru también. Minoru existe realmente como un seiryuu, y es él, hecho el payaso, de protagonizar las secuencias de ending de Lucky Star luego del capítulo 13.
YUUKO GOTO Luego de la parte donde le explotan los huevos a Minoru, viene esta seiryuu de la serie de Suzumiya Haruhi a jalarles las orejas a ambos.
Bueno, ya he terminado lo que tenía que hacer contigo, bonita. Manitos y piernas bien atados con cabuya y un trozo de cinta de embalar sobre tu boca. Sólo cubierta por tu camisola y tu calzonario rosado. Mejor que estés agitada y sudorosa, es justo como deseo que te vea Viejo Lucho. Y ahí está. Llegando puntualito a su casa a medianoche, cuatro horas extra luego de salir de la gerencia de su empresa y dirigirse a frecuentar las niñas malas del 1-2-2 hasta que cierre. Y tras eso, sus sorbos de whisky en las rocas, hasta levantarse con magnaminidad, diciendo que le esperaba su "aceitunita" y no podía dejarla esperando. Aceitunita. Tal vez por esa piel que no necesitaba aderezos algunos. Apodo más gil. Ya parqueó el carro y desde la ventana puedo ver lo vacilante de sus movimientos, cómo le tiembla la mano para atinar la llave en el ojo de la cerradura, las eses que dibuja con su caminar. Se volvió a exceder en sus copas. Viejo Lucho. Tan mudo que es. Hora de mi entrada. Me descuelgo del balcón que corona la bien amueblada sala y toco silencioso el piso alfombrado. Igual si no lo hubiera estado, no me habría escuchado Viejo Lucho. Esa costumbre de sacarse su aparatito para sordos apenas cruza el dintel de la puerta... Voy a cinco pasos atrás de él riéndome para mis adentros al verlo tropezar con la mesa, o cuando truena un soberano pedo que aromatiza toda la cocina. ¿Otra vez de buffet, Viejo Lucho? Es que no aprende. Prende la luz y observa extrañado la mesa con dos botellas vacías y un pollo asado devorado casi en su totalidad. "Esta aceitunita, algún antojo nocturno debió tener... ¿pero casi todo el pollo? Jesús, como come esta chica" farfulla pastosamente. No seas cojudo, Lucho. Ella no podría avanzarse tanto. Eso sí, te gusta lo bueno. Ese pollo estaba de lujo. Y no es hasta cuando revisa las botellas cuando empieza a involucrarse realmente en mi acto. "¡Pero si esto es tinto gran reserva! Y ella no prueba alcohol ni rogando. Eso quiere decir, quiere decir... que aquí está..." Le interrumpo la frase apagando la luz de la cocina lo que lo hace volverse de un salto. Bueno, de lo que su corpulencia permite. "¿¡Quién..!?" Al momento de volverse, agarro sus anteojos culo de vaso y me poso al frente del tipo. Está tan cegato que a menos de un metro no me distingue un carajo. Y me empiezo a reír. "¡Tú! ¡Otra vez tú, maldito gandul, escoria, basura, bribón!" Viejo Lucho tiene una cara digna de tomarle una foto. Las cejas arqueadas hasta la nariz, los acuosos ojos de chancho echando chispas de las iras, apretando las mandíbulas tan duro que hasta logro escuchar cómo se resquebraja una de sus dentaduras postizas. Un cague está. Ahora se me lanza encima para atraparme, pero aire es lo que atrapa, al hacerme a un lado y patearle la nalga al mismo tiempo, con lo cual pierde pie y se da de cabeza contra la refri. Un buen golpe fue, deduzco, al oír cómo se derraman y caen varios contenidos del papazo. No más no te me desmayes, que recién estamos calentando, Viejo Lucho. Así que acomedido, lo pongo en pie y le bato unas palmadas en la calva y los cachetes. Sale de su aturdimiento y ruge con unos gallitos incluidos que me hará pedazos con sus propias manos. Si me alcanzas, claro que sí. Salgo corriendo en dirección a la sala sin apurarme mucho. Quiero que Viejo Lucho vea mi difuminada silueta alejarse y que por lo menos vea qué dirección tomo. Ahora en la sala, veo al iracundo anciano armarse con un paraguas y arremeter en mi dirección. Sólo es de moverse un segundo antes y vuelve a estrellarse, esta vez contra su minicomponente de 1600 dólares encendiéndolo por el impacto. Suena la clásica cortavenas con tostito. Un gusto musical al huevo, Viejo Lucho. Mientras recarga su dosis de ataque, yo saco su cd, se lo parto en la calva para volverlo a sentar y meto unito que conseguí por allá en mi barrio del apóstol apocalíptico. Suena un rock del bueno. Claro que el vetuco se lleva las manos a los oídos por el volumen al máximo de Simphony of Destruction de Megadeth y convoca a Dios Todopoderoso que baje a callar a el blasfemo y hereje de mí. Como si Diosito Sánchez no tuviera mejores cosas que hacer, Viejo Lucho. Ahora sí, con la buena música ambientando la escena, permito que mi adversario intente barrer el suelo conmigo. El abuelo hace presa y mientras chilla insultos diversos descarga paraguazo tras paraguazo hasta destrozar éste. Doy un chiflido mientras pelo una banana. ¿Qué mal te hizo la pobre percha con tu abrigo? La letanía de maldiciones contra mí, mi familia y su propia ceguera casi acalla los acordes de Mustaine. Hay que continuar. Me adelanto al Viejo Lucho que seguía profiriendo sus insultos, y le sueno otro palmazo en la calva. Con la mano sobre ésta y rojo de las iras, el viejo sale a la carrera viéndome subir las escaleras. "¡No, pedazo de basura, eso sí no te lo permito, que te vengas a meter con mi Aceitunita!" va reclamando mientras sube trabajosamente las escaleras. Irrumpe en la habitación y ahoga un grito al ver a su "aceitunita" atada de pies y manos y semidesnuda. Salen algunos sonidos guturales de su garganta mientras rebusca en su closet y extrae una escopeta, de esas de cazar venados en la montaña. Ups, se puso tenaz la cosa. Viejo Lucho gira y gira furiosamente la cabeza en busca del desecrador de su casa y su hermosa mujercita, mientras rastrilla una y otra vez la escopeta. Así la va a dañar, este huevas. E insisto, tan huevas es que ni se le ocurre subir la cabeza y ubicarme parado sobre el dintel de la puerta. Así que mientras la "aceitunita" empuja unos "mmmff, mmmpppff" por la cinta de embalar, doy un gran salto, caigo frente a Viejo Lucho y en lo que dura la estupefacción de su sorpresa, le arrebato la escopeta y con la cacha le percuto los testículos. Claro que tomé la precaución de apagar la luz con mi pie antes de saltar. Para que no me vea la cara, tan cerca. Pero yo sí puedo ver el cambio radical de la expresión de su rostro a un rictus de dolor y soltando un SOL mayor en octava escala, que podría romper un cristal de lo agudo que lo chilló. Doy un beso burlón sobre la calva de Viejo Lucho, le estampo dos palmazos más y salgo breve de esa casa en una exclusiva urbanización al norte. Ya saltado la tapia oigo los juramentos de Viejo Lucho que me matará y súbitamente algo me preocupa, como que me he olvidado de algo. ¿Qué fue lo que era...? El largo alarido y una serie posterior de golpes y rebotes me lo recuerdan. La cáscara del guineo sobre las escaleras. Esperando sinceramente que Viejo Lucho no se haya roto el cuello en esa caída, tomo un taxi y me vuelvo. Misión cumplida. ...... Llego justo 2 minutos antes de las 7:30 a mi trabajo, y escucho un alboroto en las oficinas de mi jefe. Abro la puerta y saludo respetuosamente. Viejo Lucho, con un brazo en cabestrillo, la calva aún enrojecida y con otros cardenales en la cara está explicando a sus colegas y subordinados la forma brava y heroica en que repelió a un truhán que violentó su casa, maniató a su "aceitunita" y se intentó beber su mejor vino. ¡Pero no! Viejo Lucho luchó como un león, contra el inicuo ratero y malhechor, amén de sus cuatro cómplices que se unieron en cobarde y desigual batalla. Pero él con sus hercúleas manos y un paraguas logró ponerlos pies en polvorosa tras una ardua lucha. Mientras las alabanzas y los cumplidos llovían sobre mi jefe, se percata de mi presencia. - Muchacho, es lo que cualquier hombre que se dé a respetar haría. ¿No lo crees así? - Completamente de acuerdo, ingeniero... - iba a decir algo más pero suena mi celular. Un mensaje escrito. Viejo Lucho me observa despectivo y me ordena apagar esa cosa escandalosa. Al alejarse voceando sobre la falta de virtudes de estas nuevas juventudes, abro el mensaje y leo: "Lo de ayer estuvo fabuloso, mi amor. Espero que lo repitamos prontito, sólo que quiero que te asegures de no apretarme muy duro... me dejaste marcas. Te espero ansiosa, amorcito. TQM, tu Chiquis" ¿Lo ven? Ése sí es un apodo cariñoso para una mujer...