Thursday, March 19, 2009

Seis dólares


¿Qué valor estás dispuesto a darle a tu vida?
¿Qué valor puedes dar a la vida de otros?
Reconozco que no soy tan bueno para responder adecuadamente a este tipo de cuestionamientos que voces desconocidas lanzan en mi cráneo cada vez y cuando. O por lo menos, en el momento adecuado. Suele pasar que sólo saco las palabras, o las acciones idóneas, luego que se ha disipado todo el clímax, luego de que toda intervención de palabra u obra hubiera sido bienvenida. Tras eso, sólo teorías. Análisis. Sugerencias. Palabras huecas.
En este tipo de situaciones he aprendido a estar mejor calmado y dejar que afloren por sí solas las soluciones.

Como ahora. Me han echado de mi trabajo y para liquidación, me han dado una miseria. Menos de cien dólares por dos años de trabajo duro y sacrificado. Mi rostro repleto de furia y mis pausadas preguntas sólo obtenían cifras numéricas. Que ya tomó sus vacaciones, no le damos. Que ya cobró su decimo cuarto, no le damos. No, no, no. Todo es negativa ante mis peticiones. El deseo intestino de decirles que ese dinero mejor lo cambien en centavitos y que uno a uno se lo metieran por el esfínter que mejor les parezca quedó fermentándose dentro de mí. Con un gesto de muerto viviente, firmé el papel, agarré el cheque y cambié a efectivo.
Ya era de esperarse. Se me escurrió como un chame recién pescado el dinero, entre luz, agua, teléfono, una tarjeta prepago y un magro almuerzo por alguna esquina. He pasado el resto de la tarde estrujándome el seso en cómo se lo iba a explicar. Ella depende de mí. Ahora un desempleado más, un decimal más para la tasa del desempleo que el gobierno se empeña en mostrar que cae al igual que su popularidad.
Agonizaba la tarde dejando paso a un oscuro velo que hacía juego con mis sentimientos mientras caminaba por un denso parque, tétrico ahora, y observaba los dos últimos números de mi billetera. Uno y cinco. Ese par de arrugados billetes era todo lo que m quedaba.

Y fue cuando un pensamiento me acomete: Pobreza, riqueza, todo es tan relativo. Seis dólares. Para una persona en el último estrato es un tesoro. Podía dar de comer a su familia por dos, hasta tres días apretando cada centavo hasta hacer que Lincoln termine con morisquetas. Pan, yuca, pescado, verde, queso, arroz. Ahora dependería del ingenio de la señora.
Para alguien como yo, seis dólares es poco. Apenas para un par de almuerzos en una fonda medianamente decente y el bus de regreso. Unas cervezas para compartir con los panas. Legumbres y frutas para racionar a la semana. Medio tanque de gasolina. Cuatro dvd piratas. Una prepago de seis. Un jarabe y par de pastillas para alguna eventual enfermedad...
Para alguien con comodidades, los seis era muy poco. No alcanzaba para dos entradas al cine. Apenas una minuta en un importante restaurante. A lo sumo un combo en algún shopping. Faltaba para el cd del artista deseado. Tenía uno que apurarse para entrar a la discoteca (6 dólares hasta las 22:00, damas gratis). Daba igual, ellos no sabían lo que se tenía que hacer para obtenerla. En la mayoría de los casos.

Ahí por ejemplo.
Ese rapaz de mechones verdosos acompañado de una chiquilla. No mayores de diecisiete. Medio borrachos, riéndose de todo y de todos. En la cima del mundo, viendo los eventos a sus pies, sin alcanzarlos nunca. Saca el chico un celular que valdría bien tres o cuatro veces mi liquidación (negreros hijos de puta) y vocifera. Una y otra vez. Por las repetidas veces que oigo papi, papi, supongo quién estaba del otro lado. Insultos, amenazas y demás palabrotas que la muchacha sólo celebra con más risotadas. Cierra su celular y farfulla algo como viejojueputa, quéchuchalecuestacienbalasmásss... y divisa mi rostro desaprobante. Le doy motivo para descargar su furia de niño bonito, su coraje de cachorro malcriado, y sobre todo de alardear su "hombría" frente a su pelada. Se va acercando gesticulando salvaje con las manos yvosqueputasmevesmamaverga como pavo real en celo. No le quito la mirada de encima inflando el sentimiento tunosabesquiensoychuchastumadretunosabesquiensoy hasta que envuelto en jajajajajaja de la otra me dispara un derechazo, amimerespetaschuchasahorasabrásquiénsoy encaja justo en mi mejilla.
Bofetada de niña histérica.
Viene raudo a proseguir su castigo sobre este plebeyo, mi rodilla se adelanta y se incrusta en una barriguita alimentada con delicatessen y cosas exclusivas, a dosis y horarios impuestos a los gritos y berrinches. Suena la vocal más emotiva y dolorosa mientras me adueño de los cabellos del rapaz y hacemos contacto frente a frente.
Ah vamos, hijito. Yo también ansiaba desquitarme con alguien.

Las carcajadas mutan de súbito por alaridos y chillidos que me molestan los tímpanos. La chica sin tocarme me está haciendo más daño que su novio. Vaya ironía. ¡Pero mira eso! Una nueva demostración de bravura y "hombría" hace el chico ahoratejodocarevergaahoratejodesnosabesconquién al extraer una automática de atrás de su pantalón. Y comete el error más estúpido, voltea a ver a su chica para calmarla de su histeria ahoraverásmijanolloresahoralejodoalhijode así que aprovecho para patearle la mano, adueñarme yo del arma y apuntarle a su rostro. Ahora todo es silencio. El muchacho de rodillas ve un cañón listo a escupir una carga de plomo que destrozará su cerebro y su bien pulido rostro. La muchacha más atrás, abrazada a sus rodillas, soltando estertores sollozantes. Meciéndose atrás y delante. Vuelvo a posar mi atención en él. Esos ojos desorbitados de terror. La boca como lavadora encendida barboteando disculpas. Cómo se han volteado las tablas. El descubrimiento de saber que sin tanto adorno, tanta guevada, terminas solo. Completamente solo. Y el horror violento y helado que conlleva tal pensamiento. Sólo se tiene a sí mismo, a sus lágrimas, a sus súplicas incoherentes frescofrescoviejosóloestabadejoditanodisparesviejitoporloquemásquierasnomematesnomematesnomemates y yo preguntándome si era válido o no desquitar la rabia que mis empleadores me han provocado en este maleducado producto de las altas esferas.
La vida de este chico, y tal vez de la acompañante ahora me pertenecen. Saboreo un placer malsano, morboso. Soy Dios con pistola en ese momento. Puedo librar este mundo de un inútil cachorro consentido. Puedo hacerlo.

Igual, todo ese placer se queda dentro mío. Para neutralizar la ira de hacía unas horas.
Guardo el arma en mi cinto y me retiro del chiquillo lloriqueante. Me acerco a su enamorada o lo que fuera quien jadea horrorizada al tomar su mano. Deposito mis últimos seis dólares en su mano temblorosa. Búscate un taxi y vete a la casa en este instante. ¿ME HAS ESCUCHADO? le digo con tono de patriarca. Se incorpora, me mira con mezcla de extrañeza y agradecimiento y sale a la carrera. Un padre angustiado menos. Al menos esta noche.

En cuanto al otro, van llegando dos o tres muchachos igual que él. No sé si a ayudarlo u otra intención. No es hasta que aparece un tipo que hasta mi distancia me insulta el olfato cuando soy capaz de adivinar destinos. No les interesaría, quizá, lo que hay en sus pantalones; sería lo que hay dentro de sus pantalones importados. Y con los seis dólares idos ya, se fue también mi intención de buen samaritano. Chiro ahora, emprendo a pie el regreso a casa oyendo unos repetidos NOOO ya a la distancia. Ya estoy en casa. Mi mujer me recibe con un largo beso y un plato caliente de mi platillo favorito. Habrá una larga conversación. Es lo que realmente necesito.

Por lo menos una vez, las respuestas llegan en su momento.

Saturday, March 14, 2009

Iron Maiden en Quito. Nada puede superar esto.

Pues bien gente arrecha y rockera que lee esto, sinceramente pienso que el principal post crónica sobre tan excelsio evento lo encuentras en el lugar de los Rock-warriors, por tanto la entrega de este humilde servidor es sólo una versión de las miles que dieron el concierto.

Tras haber hecho el canje de la preventa y luego de haberme echado tremenda cola para acceder a Tuboleta, me topé con mi mejor amigo de Manta, y tras conversar y comprarle una entrada para un pana de él, me invitó a acompañarlo a algunas notas. Muy a mi pesar, tuve que rechazar su invitación, puesto que muchos panas más estaban formando cola y mi afán de pegármeles (sobre todo para ahorrarme la molestia de las colas) era prioritario. Así que bajé hasta la estación del trole, viajé hasta la parada del Recreo, donde un montón de gente rocker copó el trole que iría hasta la parada del registro civil, a un paso del estadio del Aucas, lugar del concierto.

Yo también comentaba a algunos lo RUIN que había sido el intendente de policía al haber recién hace unas horas otorgado el permiso municipal para la realización del concierto. Era inadmisible que ante un grupo de tanta trayectoria mundial se le dificultara la presentación en un país novato de rock. Pero claro, como bien dice el zoquete abombador del Abad, estamos en ABSURDISTÁN y era obvio que algún miembro del Opus Dei o imbéciles parecidos dieran todas las contras y los peros para que estos dioses del rock tocasen. Nuevamente los prejuicios, el curuchupismo, la tragadera de hostia, el fanatismo religioso y la kikuyada intentaban sobreponerse al arte, a la cultura y a la buena música. Porque yo me apostaba seguro 100-1 que cada vez que llegaba GENTUZA tipo Aventura, Daddy Yankee o cualquiera de estas porquería ahí sí 48 horas antes que pusieran sus pies infectos en suelo patrio, todos y cada uno de los permisos y salvoconductos estaban impecablemente firmados.

En fin, por suerte ya estaba todo legal.

Dando vueltas por la marea de cuero negro, empecé a ver rostros conocidos. Comenzando por un dark-master (Polaco) y por uno de los integrantes del taller literario, me vi con Atrapasueños y algunos integrantes de Puta vida, como Marcelo y Luna. Ya Atrapa estaba con sus cervezas encima, me habría quedado largo con el man, pero debía ir a la fila VIP para buscar a la gente guayaca, y la encontré. Ahí estaban sobre todo Master Guille, Roberto y el Vikingo, PatoDark, la Barba y Ma. Candela. Por otro lado me dijeron que estaba la Gaby pero no la pude ver. De algún lado Bonny me envió un mensaje diciendo que me había visto pero tampoco pude vislumbrarla.

En fin, había traido un par de botellitas de agua mineral, muy bienvenida para la gente deshidratada de tanto aguantar sol serrano. Tras aguantar hasta las 16:00 se abren las puertas y se da, para variar el estricto requise de cinturones y todo lo que según los pacos, se consideraba como contuso y potencialmente peligroso. Ya me hice la idea que iba a perder mi cinto en la requisa, pero por temor a que me afanen la cámara me la guardé donde pocos meterían la mano. Sí, justamente... ahí. Pero me traicionó la jugada pues la puta camarita no hizo otra cosa que resbalar e irse por las perneras cosa que yo por la acomodadera me agarraron entre un paco y un organizador y me hicieron mostrar el contenido de mis pantalones, pensando que traía droga, armas, y todo lo que es usual en los conciertos de reguetón gomero. Ni modo pues, mostré todo. Y suerte que el organizador mostró dedos de frente al decirle al policía que quería bajarme la cámara (so pretexto de prohibición) que igual la gente llevaba celulares con cámara, cosa que era innecesario confiscarme la cámara o las pilas en todo caso. Uff... pero para que se den cuenta que sólo en los conciertos de Rock pasa esto. Cuando son las convenciones de delincuentes, proxenetas, gomeros y violadores (conciertos de Aventura o Don Omar) ahí sí pasa el licor, las balas, ametralladoras y molotov. "Para darle emoción al concierto", dicen... Luego de toparme de vuelta con los ilustres, por fin pudimos sentarnos en la hierbita cubierta de un velo oscuro. Así que ahora empezamos a contar las horas mientras tanto me hacía amigo de algunos que nos rodeaban. Ya al romper la noche justo a las 20:00 abrió el concierto la hija del duro de la banda. Y tocó y cantó muy bien, y que conste que esta chica combinaba talento y belleza. Claro que sus atributos físicos fueron degustados por lo menos verbalmente entre todo el grupo de manes (bandejón fue una palabra muy repetida).


Salió la hembrita y dio paso a una angustiante espera.

Ya había pasado de las 21:00 cuando debía comenzar el concierto pero al parecer por una demora de un camarógrafo cabrón estaban haciendo problemas. La cosa es que finalmente 10 minutos pasados las nueve, dio inicio el concierto. Francamente no hay palabras suficientes para describir la intensidad, la música, el espectáculo, la unión de la gente que estaba a full... Y de buena suerte casi al lado mío estaba sin que me hubiera dado cuenta, mi mejor amigo. Todo el concierto ahí hombro con hombro, saltando y coreando junto a esa marea rocker. El mosh casi no se dio, pese a lo intenso de las canciones, puesto que la calidad de la música hacía que la gente no quisiera perderse ni un segundo de cada una de las melodías. 22:45 y el conjunto terminaba, para que la gente le aclame un ENCORE cerrado, con lo cual nos brindaron tres canciones más y terminó. Todos y cada uno bendecidos con tanta música de la buena.

Ahora tocaba la salida, algo muy reprochable que más de 20000 personas tuvieran que salir por un BOQUETE de dos metros de ancho, fue algo exasperante e indignante. Eso amén que las señales celulares estaban tronchadas por lo cual comunicarse fue casi imposible. Tras finalmente salir, entre Guille y Barba tardamos hora y media en conseguir taxi, y de los piratas. Habían pasado CINCO amarillos pendejos ninguneándonos el servicio, tal vez basados en nuestra pinta negra, lo cual era muy reprobable. No hubo siquiera un acuerdo entre taxistas, peor buseros, para que algunas unidades estuvieran disponibles y transportar tantísima gente. Así que para los eternos batracios de los buseteros, ahí les dedico este videíto.


Por batracios y zoquetes. Amén del diario infierno que nos hacen vivir. MMV.

Igual, la experiencia fue única. Como ya dije, Master Guille tiene una reseña mucho mejor que la mía, así que les recomiendo verla. Ahora, las fotos.


Para editor soy una bestia, me doy cuenta...

Antes y durante. Definitivamente, EL MEJOR CONCIERTO DE LA VIDA ECUATORIANA.

Saturday, March 07, 2009

XX


Nuevamente, doy fe en este día (o para ser exactos, mañana) de mi inagotable admiración, adoración y amor hacia las portadoras del gen XX.
Y ahora, para variar un poco de poemas y videos dedicados, les hablo de uno de los muchos ejemplos de la inteligencia femenina, aderezado con mucho humor, algunas mordidas y golpes bajos, pizcas de ironía y coraje y mucha, mucha, alteración.
Maitena Burundarena es una argentina cuyos pelos de tonta se los arrancó con pinzas, depilación, o simplemente los aclaró. El caso es que no se le nota uno. Y claro, tomó el coraje para sacárselos de encima, cosa que lamentablemente no lo hacen o no lo quieren hacer en esta sociedad de machos vernáculos.
Aceptó estoica su pérdida de hermosura cutánea (casi nada, en mi opinión), la aparición de estrías, canas y celulitis, las broncas con un marido jodón y mujeriego, soportar edades del burro y corajes de muchachos malcriados y en vez de hacerlo estallar en una erupción de lágrimas, chillidos, platos rotos y cosas así; agarró todo, lo plasmó en papel y nos lo introdujo literalmente en los ojos. Para hacernos cagar de risa a hombres y mujeres por igual, amén de darnos qué pensar y aprender nosotros de ellas montones.
El mismo Quino le guarda un especial respeto y cariño a esta digna heredera del humor irónico, el sarcasmo del vivir diario y el arte de reírse ante los miguelitos en el camino con los que más de alguna vez habremos clavado los pies.
Sus caricaturas las guarda en grandes sagas, las cuales son: Mujeres alteradas tomos 1 al 4, Curvas peligrosas 1 a 2 (o 3) y Superadas.
Les garantizo la ausencia de desperdicio.







Simplemente, qué genial es...

LOVE YOU ALL BLESSED WOMEN!!